La navaja de Ockham provoca una reyerta entre clanes gitanos.

... El suceso tuvo lugar hace una semana exacta, el viernes pasado, en la localidad de Ramera de Arriba (próxima a la pedanía de El Pito, en Avilés, Asturias). Aproximadamente a las ocho de la tarde, mientras se celebraba una misa en la Parroquia de Nuestra Señora de los Bolsillos, patrona de la región, un grupo de individuos accedieron a la susodicha iglesia, y comenzaron a golpear a los feligreses que en ese momento se encontraban allí.

"Eza ente aparisió asín, de gorpe, y se metieron’la igleshia pegando vóseh.", ha dicho a esta redacción uno de los presentes, que aún conserva en la cabeza las grapas que le tuvieron que poner en el hospital después de que le clavaran la imagen de la Virgen en el cráneo, "Eran tós los Heredia, que nos tién manía. Sobretó er Guany, y surmano, er Ríchar, que han salío de prisión hase nah.", ha añadido.

Cabe destacar que los agresores eran miembros de la nombrada familia Heredia, habitantes empadronados en Ramera de Abajo, y tradicionales rivales de los Mancera, que viven en la zona "de arriba". El origen de la reyerta y posterior batalla campal la encontramos en que uno de los Mancera, Johny "Carahámster", ha estado leyendo un libro de filosofía y ha hablado públicamente de la "navaja de Ockham". Los Heredia, según nos cuentan los testigos, creyeron que el tal Ockham era algún nuevo colega del Johny, y decidieron apalearlos a todos "para que supiese que nadie lleva navajas, sin el permiso del clan de Abajo.", ha explicado uno del otro bando.

La cuestión degeneró rápidamente. Y lo que empezó siendo una trifulca más, se convirtió en pocos minutos en un continuo lanzamiento de sillas, cuchillos, intercambio de disparos, y alguna que otra prenda íntima femenina que hacía las veces de arma química: "Esto no hay quien lo aguante.", ha comentado el Párroco Quina, jefe espiritual del barrio, "Antes esto era un sitio tranquilo. Ahora leen libros. ¡Dios, dame paciencia, porque como me des fuerza, les meto la NAVAJA POR EL CULO!", ha confesado a pleno pulmón.

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